Las Vidrieras ya están en San Mateo

       

El pasado 17 de agosto, cuando se cumplía un año del inicio del desmontaje de las vidrieras de la iglesia de San Mateo de Tarifa, se terminaban de instalar ya restauradas.

Ha sido un año que se nos ha hecho largo por los cierres parciales del templo, pero necesarios por las distintas labores que se han tenido que desarrollar.

Recordemos que agentes externos como la humedad o salinidad, hicieron que se oxidaran los marcos metálicos que sustentaba los vitrales, provocando desprendimientos de cascotes, con lo que se han tenido que reparar también ciertas partes de los ventanales como algunas columnillas de las jambas y arquivoltas; trabajos que han sido realizados por la empresa VIGAR.

Por su parte, la empresa malagueña VIARCA, ha intervenido las 8 vidrieras que son, de izquierda a derecha: Reina y Madre (la Virgen y el Niño Jesús), la Santísima Trinidad, San José, Santiago (matamoros), San Hiscio, San Pedro, el Salvador y San Pablo. Una restauración reversible en la cual, y sin entrar en detalles en este momento, se han limpiado todos los vidrios, se han pegado las piezas fragmentadas que estaban sueltas, se ha eliminado el exceso de silicona, y se han restituido los trozos que faltaban. Asimismo, todas tienen un sistema de ventilación para que, constantemente, el aire circule entre la vidriera y el vidrio de protección que las aísla del viento, lluvia o impactos de aves. Además, cuatro de ellas se abren para que, en momentos de calor, que es cuando más condensación se produce en el ambiente, pueda ventilarse el templo. Una medida de conservación preventiva, que vendrá muy bien para prolongar la vida de estos maravillosos bienes, realizados en 1958 por la Casa Maumejean de Madrid, que son de excelente calidad.

Únicamente queda adecentar un poco el inmueble para que, en pocos días, puedan abrirse de nuevo y de definitivamente, las puertas de San Mateo al culto y a las visitas.

Muchas gracias a todos los que, con su aportación, han colaborado para que esta restauración pudiera llevarse a cabo.

Muchas gracias a VIGAR y a VIARCA, que han realizado las distintas obras de reforma y restauración.

Muchas gracias al P. Juan Pedro Varo por haberme hecho partícipe de la comisión de seguimiento de la restauración de las vidrieras. Ello me ha permitido seguir aprendiendo y, por tanto, crecer poco a poco más como profesional.

Este mes septiembre, más que nunca, podremos decir que las vidrieras de San Mateo son "la luz que iluminan nuestra Luz".

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